El anuncio el sábado por parte de la NASA de que iba a seguir adelante con un lanzamiento del transbordador espacial Discovery en la misión STS-121 previsto para el próximo 1 de julio a pesar del voto en contra de Christopher Scolese y de Bryan O’Connor, respectivamente el ingeniero jefe y el máximo responsable de seguridad de la agencia, ha traído cola, con lo que tanto la agencia como estas dos personas han querido aclarar el asunto: NASA explains tangled shuttle decision.
Scolese y O’Connor han explicado que si votaron en contra es porque antes de lanzar una nueva misión querrían ver modificadas unas rampas de espuma aislante que se colocan en el depósito principal para evitar la formación de hielo alrededor de canalizaciones de combustible y cables, pero que no van a apelar la decisión porque consideran que el volar sin haber llevado a cabo estas modificaciones no pone en peligro la vida de la tripulación, aunque sí aumenta de una forma que no son capaces de cuantificar el riesgo de que la nave sufra daños que impidan su retorno seguro a tierra.
Su posición está resumida en esta declaración, traducida de NASA Statement on Decision to Launch Shuttle Discovery:
La seguridad de la tripulación es nuestra primera y más importante preocupación. Creemos que nuestra tripulación puede regresar a salvo de esta misión.Ambos pensamos que aún quedan cosas que arreglar en la nave -existe el riesgo de que se desprenda espuma en el momento del lanzamiento. Por eso creemos que se deben rediseñar las rampas de hielo antes de que lancemos esta misión. No creemos, de todos modos, que eso suponga una amenaza para el retorno seguro de la tripulación. Hemos discutido abiertamente nuestra posición durante la Revisión de Preparación para el Vuelo (Flight Readiness Review) -en la NASA trabajamos comunicándonos abiertamente. Tanto la comisión de la Revisión de Preparación para el Vuelo como el administrador han oído todas las opiniones desde el punto de vista de los ingenieros, incluida la nuestra, y han tomado una decisión informada y la agencia acepta este riesgo con los ojos bien abiertos.
La NASA, por su parte, defiende la decisión de lanzar porque por lo visto todavía no hay ninguna alternativa al diseño de esas rampas y no parece probable que la haya antes de fin de año. Además, en caso de que en efecto el Discovery resultara dañado durante el despegue más allá de la capacidad de su tripulación para repararlo en órbita la Estación Espacial Internacional está preparada para acoger durante hasta 80 días a la tripulación del Discovery, tiempo durante el que se montaría una misión de rescate, imagino que con cápsulas Soyuz y no con otro transbordador espacial.
Fue una pieza de espuma aislante la que golpeó y agujereó el borde de ataque de un ala del Columbia durante el lanzamiento de la misión STS-107 la que causó su destrucción y la muerte de sus siete tripulantes.
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